martes, 30 de septiembre de 2008

Cada uno recoge las lentillas del suelo como puede o quiere


Esta fue la frase con la que mi querida amiga Lorena respondió anoche tras aterrizar, como si de un MD-87 se tratara, en la misma puerta de Onda Regional. Fue cuestión de segundos, pero me quedé perpleja, sin hacer nada hasta que fui consciente de que se había caído y que estaba completamente adherida al suelo. Y digo adherida porque, aunque no se percibe bien en la imagen, una porción de la losa quedó incrustada en ambas rodillas.

He de confensar que, una vez que fui consciente de su caída, lo primero que hice fue mirar de reojo -a izquierda y derecha- para ver cuántas personas habían presenciado ese monumental aterrizaje.

Acto seguido, fuimos poseídas por una risa tonta que nos hizo hasta llorar. ¿Por qué será que siempre que nos caemos en un lugar público nos dar por reírnos y decir que no ha sido nada, que no nos hemos hecho daño?

La caída no fue fruto del despiste ni de un paso mal dado por mi querida amiga, sino que fue culpa de una losa mal encajada en el suelo. Tengo constancia de que el Ayuntamiento de Murcia recibe cerca de 400 reclamaciones de diversa índile, siendo las caídas, por imperfecciones en la Vía Pública, las más numerosas. Estoy más que segura que esta cifra podría ser bastante más elevada, pero con pensar en los trámites que hacer..., se te quitan las ganas de reclamar.

Creo recordar -y si la mente no me juega una mala pasada-, que de cara a las elecciones municipales de 2007, la candidata a la Alcaldía de Murcia, María José Alarcón, tuvo la genial idea de proponer que a la hora de enlosar y renovar las aceras del municipio se tuviera en cuenta el calzado que empleamos la mujeres. Recuerdo también, que fueron muchas las críticas a esta propuesta, pero he de confesar que no fue una idea absurda ni banal, ya que los que eligen un tipo u otro de losa, para colocarla en las calles de Murcia, no tienen ni idea de las aventuras que tenemos que pasar las mujeres cada vez que caminamos por algunas calles murcianas. Es una auténtica odisea, que sugiero que prueben algunos de esos hombres que deciden qué firme colocar en una calle u otra...

Afortunadamente, la caída de mi querida amiga Lorena no ha llevado a más que a dos pequeñas heriditas en las rodillas, un mal menor que en cuestión de días estará subsanado. Eso espero.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Menos mal que solo contamos lo de la caida jejeje
Pasalo bien por Grecia. Te echaremos de menos.

Michael Laudrup

@AbellanMurcia dijo...

Todo no se puede contar. La intimidad de un amigo famoso no puedo darla a conocer así como así. Además, prefiero no arriesgarme a perder su amistad porque es muy valiosa. Bss

Anónimo dijo...

Se puede saber que pasa? Se me cae una lentilla, voy a recogerla, y se monta este follón...Menos mal que no era un billete de 500 euros, si no pierdo hasta los dientes...
Novia!!!! Te voy a echar de menos un montón. Ahora no habrá cervecillas después del trabajo en señal de protesta, hasta que vuelvas claro. Pasaló genial, y acuerdate de mí.