Es cierto que hoy, al igual que ayer, estoy pasando una mala racha por una dolencia, qué digo! un dolor horrible de boca (no se lo deseo a nadie), pero esto no puede ser motivo para cegarnos y dejarnos llevar por nuestro mal humor. Los demás no tienen la culpa de los problemas que cada uno tenemos, además de que no son merecedores nuestro mal humor; es algo que siempre he criticado y rechazado, y ahora tengo que mostrar mi arrepentimiento por haber hecho algo a lo que siempre me he opuesto.
Es preciso ser más prudentes, sensatos y conscientes, cuando nos levantamos, de que podemos tener un mal día. Es complicado, lo digo ahora, después de que han pasado unas cuantas horas, pero ahí estar la clave de nuestra superación diaria: No cometer esos descuidos y no pagar con nadie lo que únicamente nos corresponde a nosotros porque al final, los que verdaderamente lo pasamos mal somos única y exclusivamente nosotros. Hagamos examen de conciencia, nos ayudará.
- Pensar lo que vamos a decir antes de abrir la boca.
- Si no estamos seguros, mejor guardar silencio. Esta actitud me la había propuesto esta mañana, pero al final me he traicionado a mí mismo…
- Evitar las malas caras, pues un gesto dice muchas veces más que una cuantas palabras continuadas.
- Mantener siempre una sonrisa, cueste lo que cueste.
Estoy segura que con estas reglas de oro, las cosas nos irán muchísimo mejor…
Y Ah! mañana a pedir perdón.
1 comentario:
princesa, lo importante es ser consciente de nuestros malos días, nadie es perfecto y poco a poco todo se puede solucionar.. Mñ será otro día y cómo dicen por ahí rectificar es de sabios....Asiq animo...
Por cierto cuidate, espero que ya estes mejor de esa boca paciencia ante todo... besicos novia
Publicar un comentario