domingo, 22 de noviembre de 2009

Dementes y dementillos

Venía diciéndo desde un tiempo a esta parte, estar loco está de moda y el que no lo esté aunque sea solamente un poco, está completamente fuera de este mundo capitaneado por dementes y "dementillos" que secunda sus ideas u otras más o menos del estilo.

Esta mañana, al leer el artículo de Carmen Posadas en El Semanal, me ha vuelto a venir a la mente esa idea de que la normalidad está fuera de toda norma actualmente cuando apuntaba que "Lo normal no interesa porque, para llamar la atención del respetable, hay que estar permanentemente rizando el rizo".

Eso de ser del "montón" como solíamos deciar hasta hace poco ha pasado a ser: cuanto más raro, mejor; cuanto más esté fuera de las reglas normales de vida, más admirado será; de nada sirve ser una persona sensata, con unos ideales, con unas pauta de comportamiento a seguir, con un horario de actuación... De nada sirve, si quieres ser alguien, pensar en lo que está bien o mal, en preocuparse por los demás, en pensar, en recular si algo has hecho mal... De nada sirve.
Se han invertido los papeles. En el trabajo, en la política, en las relaciones de pareja, entre amigos, en la familia..., en todo, absolutamente en todo, ha habido un cambio radical. Ahora se llevan las rupturas entre parejas, ahora cuanto más horrado eres, menos vales para la política, los enfrentamientos (al estilo capuleto y montesco) es lo que funciona, el que más pisotea al compañero y menos trabaja es el alcanza grande puesto directivos...
Ahora lo anormal ha pasado a convertirse en lo normal y cotidiano, y lo normal es ahora lo raro, lo estraño y lo que hacen aquéllos que no están al día y que son un tanto retrógrados. Habrá que subirse a este carro invertido, ¿quién se apunta?