Quisieron abandonar el silencio y salir a la calle para mostrar su malestar, para exponer pacíficamente el desacuerdo, el verdadero sentir de desprotección que está sufriendo un importante colectivo de valencia, y en general de España, que lleva callado durante mucho tiempo, a pesar de los múltiples varapalos que no deja de recibir. Quisieron salir a la calle para reivindicar sus derechos, sin atentar contra nada ni nadie, con total libertad, tal y como está escrito en nuestra Constitución.
Pero no quedó en eso simplemente. Desafortunadamente no fue así, y la violencia por parte de los “agentes del orden” (sería más adecuada la denominación de “Agentes del desorden”) volvió a convertirse en la principal protagonistas de una más que justificada reivindicación estudiantil que dio la vuelta al mundo a través de twitter, la única arma fuerte a la que han podido echar mano los jóvenes para poder defenderse. Hashtags como #primaveravalenciana, #primaveraestudiantil y #yotambiensoyelenemigo recogían las opiniones, las imágenes y hechos de un triste acontecimiento que comenzó simplemente como una mera exposición de motivos de lo que querían.
Ellos hacían uso de twitter para exponer, a través de la palabra y la imagen, lo que estaba sucediendo, mientras que otros usaban las porras, los golpes, los gritos y los maltratos para derribar (sin motivo justificado) a ese numeroso grupo de estudiantes indefenso que, enojados por lo que les habían quitado o les quieren quitar, salieron a la calle para expresarlo en voz alta.
“Somos el futuro y mira como nos tratan”, decía un adolescente en TV. Efectivamente, son el futuro y no hay derecho al trato que están recibiendo. Tienen un futuro incierto, la crisis así lo augura, no se les escucha, cada vez son más fuertes las presiones que reciben, tampoco se les protege y se les mima como es debido. Es por ello por lo que ahora entiendo que estén desmotivados, carentes de ilusión y sin preocuparse, en muchos casos, por un futuro que parece bastante incierto para ellos y para los demás.
Ahora entiendo que la educación española continúe estando entre las menos buenas (por no decir entre las peores) de Europa; ahora entiendo que muchos adolescentes quieran abandonar tan rápidamente los estudios para trabajar (el que tenga suerte) o simplemente para no hacer nada; ahora entiendo que los jóvenes que terminan sus carreras decidan abandonar España; ahora entiendo que pocos jóvenes que están en el extranjero quieran volver; y ahora entiendo que muchos hayan perdido la ilusión porque… son el futuro y mirad como se les están tratando.
Quizá ese día, los golpes, los lloros y el dolor por las agresiones pasarán, tal vez, eso jóvenes llegarán a olvidarlo todo, pero ¿cuándo se les irá el miedo y volverán a confiar en la turbulenta época en la que les ha tocado vivir para poder enfrentarse al mañana?