jueves, 18 de junio de 2009

Ahora está tranquilo

Idealizar a la persona que quieres es el mayor error que puedes cometer. Ayer me comentaba un amigo lo mal que lo está pasando tras la ruptura de su matrimonio. Él pensaba que nunca llegaría a esta situación porque eran la pareja perfecta, según él, pero no sería tan perfecta cuando ahora están con la firma del divorcio. Este hecho, y no lo que él decía (nos queremos con locura, todo va estupendamente…), pone de manifiesto que esa relación no era tan idílica como contaba y que, por tanto, algo estaba fallando –está claro- pero él o no lo veía o no lo quería ver.

Ahora, después de la separación y con todos los trámites para el divorcio se ha enterado que mientras estaban juntos, ella le fue infiel. Evidentemente, el amor en ese momento podría existir –no lo dudo- pero está claro que el sentimiento y el amor que se debe tener hacia la pareja para que ésta continúe adelante se había esfumado por completo; y no lo digo yo, simplemente me remito a los hechos: todo el mundo sabía lo de la cornamenta y él no tenía ni idea...

Estar con una persona a la que quieres pero no como a la persona con la que compartir tu vida es la mayor crueldad que se pueda llevar a cabo en la vida. Es cierto que debe resulta complicado, después de tanto tiempo y con muchos planes de futuro, cargarse de valor, ponerse frente a él o ella y decirle que la magia de la pareja ha terminado, que existe amor, pero no el suficiente como para continuar juntos, que lo mejor es hacer un alto en el camino y dejar estar lo que en su momento comenzó con tanta ilusión, que deben seguir caminos por separado, o que simplemente otra persona ha ocupado su lugar...Esto debe de ser muy difícil, pero peor es el engaño.

Todo esto puede ser difícil y doloroso, no lo dudo, pero más doloroso es para esa persona que no es consciente de lo que piensas realmente, desconoce que por completo que tu sentimiento hacia él/ella no es el que hubo en el principio y que está viviendo una total y absurda mentira, y todo para evitar hacerle daño. Así es como más daño se le hace!

Es triste y egoísta no ser capaz de hacer esto por alguien a quien has querido o continúas queriendo. Pero es más triste y egoísta aún, dejar que el tiempo pase, lanzarse a los brazos de otro@, vivir dos vidas en paralelo, esperar a ver si te vuelve el amor o si el otro se aburre y toma la decisión... Todo esto es penoso y cruel, no se puede jugar con los sentimientos y tratar de basar esa primera relación en una continua mentira, impidiendo la felicidad de quien tanto te sigue queriendo, que espera tanto de ti y tú no le das nada, simplemente le privas de la libertad de poder empezar una nueva vida al igual, que tal vez le será más satisfactoria.

Mi amigo está sumido en la desesperación, está dolido por todo lo que ha hecho, su odio se percibe por doquier, las canciones que cuelga en facebook son especialmente triste, pero está tranquilo. Está tranquilo porque ha pasado la etapa en la que el mundo se le venía encima, la etapa en la que no veía más allá de esa persona que no pensó en él en ningún momento. Ahora empieza una nueva fase, una nueva vida que dista mucho de la que compartía con alguien a quien consideraba única, alguien que no le estaba haciendo feliz realmente y que le estaba impidiendo disfrutar de un sinfín de cosas que la vida había guardado para él y que, de seguir con ella ,nunca habría podido descubrir.


1 comentario:

kuki dijo...

Pues es una putada.

Pero yo pienso: igual que una parte de la historia elige no ver la realidad para poder seguir pensando que todo va fenomenal, y si no ya irá mejor, todo es esperar... pues la otra parte elige no ver lo egoísta que realmente puede llegar a ser su comportamiento para poder seguir pensando que es que 'las cosas son muy complicadas y muy difíciles aunque desde fuera parezca muy fácil'. Y te sigo encornando.

Conclusiones varias:
1.- No hay más ciego que el que no quiere ver
2.- El amor no lo justifica todo
3.- (y, para mí lo más difícil...) una vez pasado el enfado y la rabia de sentirte engañado, mirarte a la cara a ti mismo y asumir por qué una parte de ti se dejó engañar.

PD: Cuando alguien haya superado la fase tres, le invito a una cerve y que me cuente cómo se consigue ;)