lunes, 29 de junio de 2009

Desierta o no, me da igual

Estoy un poquito cansada de todo. El martes o miércoles pasado decía que esa no era mi semana, y la verdad es que así fue. El día de ayer, aunque fue tranquilito, banstante relajado, en la playa, tomando el sol, leyendo y disfrutando del silencio, terminó confirmando esa idea que ya adelantaba el martes o miércoles anterior.


Retirarme a una playa, sea desierta o no, me da igual, pero desaparecer durante una larga temporada es lo que necesito urgentemente. No es que esté camansada de mi día a día, al contrario, pero hay momentos en los que es preciso dar un giro radicar al ritmo habitual para que la rutina no se vuelva contra nosotros, nos haga perder la ilusión y pasar del placer a la obligación.


Ahora me viene a la mente el anuncio ese de habla de tener memoria de pez. Creo que era de un coche, pero vamos, no lo sé con total seguridad, ¿será que tengo memoria de pez? Jajajajaja. La verdad es que estaría genial, pasar de todo, no acordarte de nada y hacer cada día cosas que aparentemente no has hecho nunca, pero que más bien no recuerdas haberlas hecho.


No pensar, no darle vueltas a la cabeza, no tratar de encontrar respuestas a todo, no intentar ver el color gris donde únicamenete existe el blanco o el negro, no preocuparme por si lo que digo afectará a alguien, no tener que poner buenas caras, no reír sin querer, no adelantar acontecimientos...
Necesito unas vacaciones, pero ya!

1 comentario:

Anónimo dijo...

No desesperes, todo llega, animo.
-..