martes, 6 de octubre de 2009

Crisis de sentimientos

Al introducir el término CRISIS (Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις) en el diccionario de la Real Academia Española aparecen las siguientes definiciones:

1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.

2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.

3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.

4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.

5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.

6. f. Escasez, carestía.

7. f. Situación dificultosa o complicada.
Pues sí, después de haber hecho un juicio de una serie de hechos que he vivido y he examinado cuidadosamente, he llegado a la concluisión de que nos encontramos en un profunda "Crisis de sentimientos".
Esta es la verdadera crisis que estamos atravesando la humanidad en general; estamos completamente sumergidos en un pozo cuyo fondo parece no existir y sin embargo nadie o casi nadie se ha parado a pensar en cuál es la estrategia y las tácticas adecuadas para volver a hacer resurgir uno de los principales valores que sustenta a la sociedad.
La envidia, el egoismo, el cinismo, el rencor, el dinero... son, por citar algunos, los estados que se han apoderado por completo del ser humano sin dejarle cabida y relegando a un cuarto plano otros de vital importancia como son la amistad, el cariño, la paz, el amor, la sinceridad o la pasión.
El romanticismo se ha pasado de moda, el que es detallista es considerado un cursi atontado, los sueños ya no vale para enriquecer nuestra leyenda personal, la belleza interior ya no se busca, los centros de estética y belleza se multiplican diariamente, las familias las conforman personas individuales, la cordura ya no se lleva, el autoritarismo ha suplantado al respeto...
¿Llegará el cambio o habrá que acostumbrarse...?

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