viernes, 15 de abril de 2011

Aún sigues durmiendo

Ojos Cerrados by @AbellanMurcia
Una lúgubre habitación, en una tercera planta, de un vasto edificio blanco. El silencio reinaba a nuestro alrededor, nada se podía ver porque todo estaba a oscuras. Solamente se veía, a lo lejos, la luz que desprendía un pequeño televisor que, desde lo alto y sin sonido, reproducía miles de imágenes a las que no prestábamos atención alguna, al menos yo. Tú mirabas la pantalla y yo, con los ojos entreabiertos, te miraba sin que te dieras cuenta.

Esa madrugada del 16 de abril de 2003 nos costó conciliar el sueño. Parecía que algo nos obligaba a no cerrar los ojos. Tras un largo rato, el cansancio nos derrotó, pero fue por poco tiempo porque en mitad de la noche, una sensación extraña me despertó.

Asustada, me incorporé, elevé la mirada hacia el pequeño televisor e inmediatamente giré la cabeza para verte. Tú me estabas mirando, al mismo tiempo que me dedicabas una de tus grandes sonrisas. Tenía un tinte especial, tal especial como tú. Esa maravillosa sonrisa tranquilizó mi repentino despertar, y nuevamente volví a acurrucarme en aquél sillón azul y a taparme hasta el cuello con esa gruesa y suave manta.  


La noche pasó muy rápida. Los primeros rayos de sol me hicieron levantarme de un salto del incómodo sillón azul. Te miré, pero permanecías dormido.

Levanté la persiana, el cielo estaba nublado y auguraba una no muy buena procesión de Miércoles Santo. Te volví a mirar, pero seguías dormido.

Recogí todas mis cosas, doblé la manta y me lavé la cara. Al momento llegó tú desayuno y, mientras lo preparaba, te volví a mirar, pero aún permanecías dormido.

¡Venga, papá, despierta! Te dije con voz muy bajita, al tiempo que te miraba. Papá, que ya tienes el desayuno, te volvía a decir, pero continuabas durmiendo.

Me acerqué a ti, por si no me habías escuchado, y posé mi mano en tú hombro. Papá, que ya tienes el desayuno preparado, te volví a repetir, pero seguías durmiendo...

Ahora, cierro los ojos, te miro y sigues durmiendo, pero continúas regalándome esa gran sonrisa.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguirán durmiendo a nuestro lado, pero que sepas que están junto a los grandes, mil besicos solete pequeño a ver cuando te veo que tengo ganas ya.

Esther Sánchez dijo...

Amiga, simplemente precioso, emotivo, conmovedor... Seguro que esa sonrisa te acompañará siempre. Un besazo.

@AbellanMurcia dijo...

Seguirán durmiendo a nuestro lado siempre! Yo también tengo muchas ganas de verte. A ver si hacemos hueco ya. Bss


Esther, muchas gracias