domingo, 9 de noviembre de 2008

Mi Orquídea




Cuentan que la Orquídea ha sido una de las plantas más admirada y apreciada desde hace siglos por diferentes civilizaciones. Los chinos, en tiempos Antes de Cristo, cultivaron algunas especies en concreto, pero no recuerdo qué tipología; y hasta los griegos las conocieron y fue Teofrasto quien le otorgó su bonito nombre.

Yo admiro y aprecio a mi orquídea. Todos los días la veo, la miro y la observo. Tiene una belleza particular, una lindeza tan especial que la hace única. Mi orquídea es la diosa de las flores. Hermosa, altiva, elegante, silenciosa y tiene una dulce fragancia que me deleita. Una estrella en la noche y un rayo de sol en el día. Así es mi orquídea.

La flor de las flores. Forma parte de mí, nos hemos hecho amigas, pero... tengo que cuidarla, mimarla y admirarla aún más porque ayer, al volver a verla, descubrí que había llorado. había llorado porque una de sus flores había caído al suelo, estaba encogida, había perdido la luminosidad de sus pétalos, se había marchitado y ya estaba muerta. Tengo que cuidarla, mimarla y admirarla aún más.


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