martes, 10 de febrero de 2009

El encuentro



Dejamos apartada la máscara, dejamos a un lado las falsas sonrisas, las falsas apariencias, las insulsas conversaciones, las continuas banalidades que se nos muestras ante los ojos, los caminos que no llevan a ninguna parte, los problemas que no son tales, las preocupaciones que parecen arrastrar montañas, pero que son ínfimas, dejamos atrás todo… Lo dejamos pasar todo, y nos adentramos en nuestro mundo.


Siempre podemos elegir. Eso es lo maravilloso de este mundo. El egoísmo protagoniza el encuentro: él contra ti, nadie más perturba el encuentro. En este mundo no se puede hablar de vencedor ni vencido porque siempre habrá un vencedor y un vencido.


El diálogo y la exploración lideran el encuentro. Ahí quedan reflejados los sueños, las aspiraciones, las fórmulas y las estrategias para alcanzarles, las decepciones, los triunfos… Ahí queda todo. Ahí es donde hallaremos la verdadera esencia de lo que hicimos, lo que hacemos y lo que algún día, tal vez, llegaremos a hacer.


Cuantas más veces nos adentremos en ese mundo, mayor será la esencia, y esa es la clave, contar con un breve espacio con capacidad para abarcar todo el infinito...




1 comentario:

Anónimo dijo...

No siempre se puede ir sin máscara... ni se debe. Pero saber ir sin ella es lo fundamental.

Muy bonita la entrada, darling. UN besico