jueves, 11 de junio de 2009

Todo el año debería ser verano

Ya está aquí el verano y eso supone, como es habitual, el intenso calocirto, decirle adiós a las chaquetas, rebecas, sueters y demás elementos de abrigo. Ya ha llegado el verano, aunque oficialmente falten nueves días, lo que supone contar con las tardes más largas, dar paseitos por la playa, pasar largas tardes tirada en la arena acompañada por un buen libro, tomar alimentos fresquitos, escaparse en barco con los amigos, darse continuas duchas, madrugar para dar matutinos paseos y baños en el mar, ver las lluvias de estrellas, disfrutar de las largas veladas con familiares y amigos, llevar vestiditos cortos, asistir a grandes fiestas de agua, saborear el delicioso blaco y negro, y el granizado del limón con habana 7...
Ya ha llegado y todo da un giro de 360 grados.
Me encantan estos meses, todo es diferente, todo es especial. Hay más alegría (o al menos yo tengo más), la oscuridad se vuelve multicolor y las sonrisas son continuas.
Todo el año debería ser verano, se eso fuera así, yo sería feliz!

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