miércoles, 5 de enero de 2011

He sentido el sol, me he emocionado, me han conquistado y han abrazado mi corazón

Hoy ha sido un día único, un día especial e inolvidable. Esta mañana he tenido la gran suerte de poder recibir a los Reyes Magos en su llegada a la ciudad de Murcia, pero no solamente he tenido el placer de recibirles, sino que además he podido disfrutar de una mañana en la que la magia y la ilusión ha acogido, casi por sorpresa, a un elevado número de niños que, por diversas causas, no podrán disfrutar de esta noche mágica como el resto de niños.
Ha sido especial, único e inolvidable. Así es como resumo la intensa y gratificante mañana vivida, tras visitar con Sus Majestades los Reyes de Oriente el Centro Cardenal Belluga, la prisión de Sangonera y el Hospital Virgen de la Arrixaca.
Las caras de asombro de los nanos al ver como los Reyes Magos se les arcercaban para saludarles, para preguntarles cómo estaban y para entregales regalos no tienen precio y han causado tal sensación en mí, que me resulta verdaderamente complicado, casi imposible, poder explicar con palabras mis sensaciones en esos momentos.
Si ya resulta duro ver que un niño está en un centro de acogida por causas que ahora no viene a cuento explicar, la dureza se hace mayor al entrar en la zona de oncología infantil de un hospital. Antes de entrar, y sin saber adónde íbamos, el corazón se me ha acelerado, pero al ver un cartel con la palabra "oncología", el estóma se me ha encogido, la cara se me ha transformado y por un momento me he quedado paralizada. Ha sido un momento duro, es cierto, pero ese pánico interior pronto se ha transformado en emoción y en alegría al ver como esos oníricos personajes han logrado esbozar dulces y tiernas, tiernísimas, sonrisas en esos pequeños cuerpos.
Ahora (apartada del bullicio, del ajetreo consumista, de las colas, las prisas, los regalos y demás elementos que configuran esta sociedad en la que vivimos) el silencio reina en mi interior y solamente tengo cabida, al tiempo que escribo esta líneas, para los rostros de esos pequeños que, acogidos aún por la emoción y la ilusión de haber visto a los Reyes Magos, esta noche se irán a sus camas sin pararse a pensar lo más mínimo en lo que será de ellos mañana.
Me viene ahora a la mente una frase, de no recuerdo quién y con la que quiero concluir este post, que dice algo así como: La sonrisa de un niño es como sentir un rayo de sol, algo que emociona al tiempo que conquista y abraza el corazón...
Yo hoy he sentido el sol, me he emocionado, me han conquistado esas sonrisas y han abrazado mi corazón.
¡¡¡¡¡Feliz noche de Reyes a todos!!!!!

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