domingo, 7 de octubre de 2012

Esos locos bajitos





Siempre que comenzamos una nueva temporada aprovechamos para hacer nuevos propósitos. Esto siempre pasa después del verano, cuando arrancamos el curso, bueno los que realmente empiezan el nuevo curso son los peques, los adolescentes y los universitarios, además de que también arrancan las nuevas temporadas de centros municipales, teatro, museos…

Otra de las fechas dada a nuevos propósitos personales es el comienzo del nuevo año. Pero ésta última no es la que atañe en este momento porque ahora toca hablar del comienzo del curso.

Con el verano recién terminado, aunque aquí en Murcia aún no somos muy conscientes de ello porque continúa el calor y aún andamos en sandalias, algunas, y por la noche con chaqueta para cubrirnos del relente de la luna murciana… La realidad es que ahora ya empiezan a caer las primeras hojas de los árboles, el colorido chillón del verano se torna ahora a rojos intensos, marrones cálidos, y amarillos y naranjas ocultos de la estación Otoñal. 

La verdad es que nos fuimos de vacaciones con un ambiente bastante crispado, la pésima situación económica por la que estamos pasando, y lo que nos queda, así como por las continuas protestas por los recortes y las medidas aprobadas por el Gobierno, acapararon las portadas y los informativos de radios y televisiones.

Ingenua de mí, pero he de confesar que siempre tengo cabida para la esperanza, imaginaba que el verano iba a ser un periodo, además de descanso, de meditación y análisis de todo lo sucedido por parte de todos, no de unos pocos. Sin embargo, no ha sido así.

Llegó septiembre y las cosas no habían cambiando, simplemente se habían pospuesto. La crispación continuaba generalizada y los que tomaron decisiones drásticas antes del verano, continuaban en septiembre con los mismos pensamientos y sin posibilidad de cambio. Esto ha llevado a que, en el transcurso del mes hayamos pasado acontecimientos nada agradables, ni para quienes los ejecutan ni para quienes los provocan, imagino.

Unos piden calma, que a todos se les va a escuchar, pero otros no los creen y siguen actuando como creen que es lo adecuado.

Ante esta marabunta, mientras todo pasa, esta tarde, me gustaría hacer un pequeño guiño a quienes no pueden ni tomar decisiones ni manifestar nada porque no entienden eso: NADA. Simplemente son meros observadores de una mala y triste película de acción que ya comienza a tocarles vivir, y aunque no se enteren de nada –de momento-, estoy segura que en el fondo les calará bastante hondo en un futuro, porque en esta ocasión, los buenos no van a ganar…

Como apuntaba, ahora empezamos un nuevo curso, es momento de hacer nuevos y buenos propósitos, pero de verdad. Así que por favor, no olvidéis a esos “locos bajitos” a los que canta Serrat en esta canción. Pensad y meditad, aunque el verano haya pasado ya…

La Tribuna libre de mi programa La Butaca en Radio Online Murcia (27 de septiembre de 2012)


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