domingo, 25 de enero de 2009

La casualidad


Casualidad. RAE

(De casual).

1. f. Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar.

Por su parte, Wikipedia ofrece la siguiente definición:

Para otros usos de este término, véase Azar (desambiguación).

El azar es una cualidad presente en diversos fenómenos que se caracterizan por no mostrar una causa, orden o finalidad aparente.

“Cuanto más planifique el hombre su proceder, más fácil le será a la casualidad encontrarle.” (Friedrich Dürrenmatt)


La vida es una completa casualidad. Estamos aquí por casualidad, muchos encuentros –por no decir la mayoría- son fruto de la casualidad; la cual está plenamente ligada a lo inesperado, a la sorpresa, al azar, a lo no premeditado, a algo repentino e inimaginable…


Frente a esa casualidad que nos persigue continuamente, en bastantes ocasiones nos aferramos a la idea de querer tenerlo todo planificado, milimetrado y controlado al máximo para que lo planeado sea perfecto y nada salga mal. Sin embargo, no siempre sucede así. Es esa casualidad la que hace que los planes nunca salgan como esperábamos, llegando en ocasiones a resultar un verdadero desastre.


Yo era de las personas que tenía que tenerlo todo calculado, lo que quería hacer un día lo planificaba al milímetro, no se me podía escapar nada, todo tenía que estar bajo mi control… Pero el resultado no siempre llegaba a ser lo yo que esperaba y las decepciones me comían.


El paso de tiempo, esas decepciones de las que hablaba y algunas circunstancias inesperadas (he aquí nuevamente la casualidad) me llevaron a darme cuenta de que es completamente imposible dirigirlo todo, que nunca podemos llegar a tener el dominio absoluto de lo que nos rodea, y que es preciso dejar que el azar y la suerte lleven las riendas en algunas ocasiones –por no decir en la inmensa mayoría de las situaciones-.


La casualidad ha sido fruto de grandes sorpresas y alegrías. He disfrutado –y lo voy a continuar haciendo- de cada momento que me está tocando vivir, aunque no lo tuviera pensado hacer; pero también es cierto que hay momentos en los que hay que echarle un capote y colaborar un poquito con esa suerte que hemos tenido, pues no siempre la moneda cae por el lado de la cara, también está la cruz.


5 comentarios:

Didac Udagoien dijo...

las casualidades,
habitualmente,
necesitan de provocación.

@AbellanMurcia dijo...

Por eso decía que era necesario echarles un capote de vez en cuando...

Anónimo dijo...

La última vez (ejem, el sábado)salió cara...jejeje.

Fdo. La niña de la cara y la cruz

Anónimo dijo...

... y de casualidad ... te encontré...(en la red)... y de casualidad... te conocí... (en aquel bar)... pienso que hay muchas casualidades en la vida... muchas provocadas... como bien haces ver..., pero la gran mayoria... escritas... (en algún sitio)...... pienso que se trata del destino...

Un saludo,

Lalo.

Anónimo dijo...

Decía Nietzsche que "el destino es un niño jugando a los dados", mientras que Einstein se negaba a aceptar eso.

Pienso que en la vida hay tanto casualidad como "causalidad", tanto circunstancias imprevisibles y/o inevitables, como previsibles y/o evitables...

Por eso no hay que obsesionarse -como bien indicabas- en hacer planes y tenerlo todo bajo control. Además, como decía Ortega, "yo soy yo y mi circunstancia", así que a veces uno se ve limitado por ésta.

En fin, un saludo :)